Un buen liderazgo es la piedra de toque para el desarrollo de la organización, ya que propicia el trabajo eficiente, inspira al equipo para que piensen como tal, no como individuos, y en conjunto logren los objetivos propuestos; les genera una conciencia grupal para que den lo mejor de sí mismos, y en conjunto alcancen todo lo que se proponen. Los estimula a ser creativos, innovadores, a que mejoren su desempeño, promueve la motivación y los identifica con los propósitos de la empresa.

A menudo se dice que cuando una persona influye en la toma de decisiones y en el comportamiento de otras personas o grupos, es porque ejerce un “liderazgo”. En el desarrollo organizacional se define esta competencia como “la capacidad y habilidad para influir en todos los integrantes con el propósito de lograr los objetivos estratégicos, tácticos y de operación, así como mejorar su desempeño”. Cuando el liderazgo es verdaderamente efectivo provoca que el grupo implemente cambios ágiles y fáciles, que eliminen obstáculos como la resistencia al cambio, que abandonen conductas nocivas y desarrollen un sentido de compromiso.

En nuestro curso Estrategias Efectivas de Liderazgo y Supervisión les enseñamos las herramientas para construir una visión de conjunto en el logro de metas, cómo gestionar buenas prácticas en los colaboradores, formarlos para la toma de decisiones, mejorar su habilidad de comunicación y resolver conflictos de forma asertiva.

Hoy en día es fundamental que el gerente, jefe, supervisor o el responsable de área conozca la diversidad de tipos de liderazgo que se están manejando actualmente en las organizaciones de primer mundo. El liderazgo en el desarrollo organizacional va más allá de solo dirigir y controlar a un grupo de personas. Un buen liderazgo contiene una visión conjunta, seguimiento y medición de avances, motivación intrínseca y extrínseca, así como la implementación de programas eficaces de mejora continua.

Un buen líder siempre conoce las necesidades de los miembros de su equipo y sabe cómo satisfacerlas; sabe qué herramientas requieren y cómo potenciar sus talentos. Es empático, comunicativo, asertivo, gestiona bien sus emociones, predica con el ejemplo, entre otras cualidades. El rol del líder permite que cada colaborador, como individuo y como parte de un equipo tenga claro hacia dónde va la organización y qué debe hacer cada uno de ellos.

Este curso le ofrece aprender las estrategias y tácticas indispensables para impulsar su eficacia y eficiencia como individuo, como miembro de un equipo y como conductor de un equipo de colaboradores en su empresa.

“Un líder es aquel que conoce el camino, hace el camino y muestra el camino.”  John C. Maxwell

Artículo elaborado por la Dra. Marbella Sánchez, instructora de Kansei.